Para las mujeres de mi vida
Hoy escribo una carta para agradecerles a todas las mujeres de mi vida.
A las que estuvieron antes de mí, les agradezco por usar todo su coraje y poner en riesgo su seguridad para luchar por nuestros derechos básicos. Por no rendirse por más que se sintieran solas en su lucha, dado al silencio patrocinado por el patriarcado encima de sus compañeras. Las que tuvieron que fingir que eran sumisas y no se les permitió aceptar que cada una tenía tantos sueños que hubieran podido llenar cualquier espacio con ellos. A todas las que estuvieron antes que yo, gracias por su lucha, valentía, resiliencia, fortaleza y por mi libertad.
Agradezco la sorioridad que va creciendo todos los días. Que cada vez es más común la desconocida que llega a salvarte porque con una simple mirada supo todo lo que tenía que saber para no dejarte sola, por más que ni te conociera. Las que llenan las calles de esperanza y me hacen creer que es posible que a las futuras generaciones se les haga impensable lo normalizado que teníamos el acoso y el abuso.
Agradezco la valentía de cada víctima que ha hablado y abrazo a cada víctima que no lo puede hablar aún o que su contexto no se lo permite, gracias por su fortaleza y por resistir, son sobrevivientes lo sepa el mundo o no.
Agradezco enormemente el grupo tan chingón de mujeres que me rodea. Mi mamá, que es el ejemplo perfecto de una mujer independiente que usa su voz para acabar con injusticias y mis abuelas, que vivieron a través de nosotras muchos de los sueños que la sociedad no les permitió vivir. Mi hermana grande, que me ha enseñado a no dejarme intimidar por la inseguridad que causa tu éxito en otros y mi hermana chica, quien trajo el feminismo a mi vida y que me ha enseñado la importancia de abrir pláticas que incomoden, pues en la incomodidad es en donde logramos la deconstrucción. A mis primas, por ser mi espacio seguro donde siempre me puedo recargar y a mis amigas, que siempre se aseguran que llegue con bien a casa.
Gracias mujeres por darme un espacio seguro en este mundo tan inseguro, por ser mis cómplices y mejores aliadas, y por hacer que cada grito que demos tenga un eco tan grande que cada vez se vuelve más imposible de ignorar.