La cera de coco es un recurso renovable y sostenible, derivado del aceite de coco.
La producción de cera de coco tiene un impacto ambiental mucho menor que la producción de parafina, ya que no produce emisiones tóxicas, a diferencia de la parafina, un subproducto del petróleo.
La cera de coco es segura para el cuerpo, no emite gases tóxicos al quemarse, tiene un bajo punto de fusión y es segura de tocar.
Sirve como crema para humectar la piel.