¿Cómo afecta el plástico nuestra salud?
La mayoría de lo que pedimos de comer o tomar, desde los chilaquiles para llevar hasta el café mañanero, viene en recipientes de plástico o aún peor, en unicel. El problema con esto (aparte de la parte ambiental) es que cuando este tipo de materiales se calientan, ya sea porque les ponen comida/líquido caliente o por el calor del ambiente, estos sueltan químicos altamente dañinos para nuestra salud. La forma en que los empresarios han decidido poner su economía sobre nuestra salud es indignante.
Uno de los químicos que suelta el plástico es el bisfenol A, también conocido como BPA. Estos químicos estan relacionados con enfermedades del corazón, psicológicas, hipertensión y cáncer, entre muchas otras. Los BPA viajan por el agua o por nuestros alimentos y los acabamos ingiriendo.
Por otro lado, el unicel es aún peor. El principal compuesto del unicel es el estireno, el cual ha sido catalogado como cancerígeno por la Agencia de Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos de América (ATSDR). Está demostrado que la exposición prolongada al estreno causa daños en el sistema nervioso central causando depresión, problemas para dormir, trastornos neuróticos y dolores de cabeza frecuentes. También causa daños en la función hepática y en la sangre. Estos solo son dos de los principales químicos con los que nos enfrentamos en este tipo de empaques.
Sabemos que es muy difícil evitar este tipo de empaques, sin embargo no es imposible. Te recomendamos siempre cargar con un tupper (te prometemos que se va a volver tu mejor aliado) y ya cuando se te olvide pregunta antes de que te entreguen tu comida, en qué empaque viene y si te dicen que viene en plástico o en unicel preguntales si tienen otra opción (algo de cartón, papel o aluminio). Si estas en una fiesta o reunión y están dando quesadillas/tacos o lo que sea en platos de unicel, come los tuyos en una servilleta. Si te encanta el café de un puesto que solo tiene unicel, lleva tu termo y así hasta te pueden dar más.
La clave está en estar siempre preparados, y aunque pueda ser más laborioso recuerda que cada vez que rechaces uno de esos empaques tu bienestar y el medio ambiente te lo agradecerán profundamente.