El valor de los productos naturales para nuestra salud
Cuando comencé a cambiar mi estilo de vida a ser más amigable con el medio ambiente, una de las cosas que más me hizo ruido fue el precio de los productos naturales. Sentía que eran una exageración (y muchos si lo son) y que se aprovechaban de que lo natural es visto como una moda o un lujo (y muchos si lo hacen). Este sentimiento siguió y evitaba que hiciera el cambio, hasta que un día estaba en un bazar preguntando por los shampoos en barra y me comenzaron a decir sobre los múltiples químicos nocivos que tienen los shampoos normales.
Me dijeron que los shampoos genéricos usan sulfatos para crear espuma, los cuáles son químicos cancerígenos. Siendo honesta, cuando me lo dijeron no les creí porque nunca me hubiera imaginado que usar químicos cancerígenos en productos tan comunes, como los shampoos, fuera legal. Pero tristemente llegue a mi casa a averiguar que tenían razón. Y esto no solo pasa en los shampoos, si no en la mayoría (si no es que todos) los productos de uso diario que estamos acostumbrados a comprar. Esto se me hizo increíble ya que no debería de existir ningún producto con químicos dañinos y mucho menos que estos representen la mayoría en la oferta del mercado.
Otra de las cosas que me hicieron darme cuenta de la importancia de los productos naturales, fue el cuestionarme por qué los productos tenían que especificar que eran biodegradables. Cuando empecé a ver productos como shampoos, jabones, acondicionadores y pasta de dientes que presumían ser biodegradables se me hizo ilógico, porque nunca pensé que estos productos no fueran biodegradables. Pero cuando entendí el nivel de químicos que usan cada uno de estos productos y cuanto contaminan nuestros cuerpos de agua, no dude en el gran plus que es que sean biodegradables. Lo cual es un poco ilógico nuevamente por que no debería de existir un producto de uso diario que no fuera biodegradable, porque: si la tierra no lo puede desintegrar e incorporar a sus ecosistemas, ¿Qué nos hace pensar que nuestro cuerpo si puede?
Finalmente, cuando comencé a utilizarlos y a ver el cambio automático de mi cuerpo no tuve duda en el valor de un producto natural (aunque como en todo, sí hay que fijarse que la marca sea confiable y que haya un buen balance entre calidad y precio). Comencé a notar como mis manos ya no se resecaban usando jabones naturales y cómo mi cabello dejo de caerse y maltratarse. Empecé a ver cómo se les iba la resequedad a mis labios usando tan solo un tercio de bálsamo de lo que usaba antes y lo mismo pasó con la crema; lo cual hace que los productos naturales sean hasta más económicos a largo plazo que los productos genéricos. Con cada producto natural he notado la diferencia, por lo que decidí que cada uno que comprara lo valía, ya que no solo es una inversión en el futuro del medio ambiente, si no también de mi salud.